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Esta agua de mar, recogida en pleno corazón de la ría de Arosa y sometida a un proceso de microfiltrado e higienización con ozono, aporta un total de 78 oligoelementos y minerales que realzan el sabor del berberecho y enriquecen su aporte nutricional.
Por esta razón, la utilizamos en todo el proceso de fabricación del berberecho; desde su limpieza y depuración, hasta el llenado del líquido de gobierno. Evitamos a toda costa que el cloro y otros desinfectantes y agentes presentes en el agua corriente alteren las propiedades organolépticas del producto.
De esta manera, logramos potenciar su sabor y mejorar su aspecto.
